16.5.11

12 breves cuentos

10) Primero me ponía nervioso el despertador, me alteraba de forma sobrehumana. Después fue el ruido de los coches, un portazo en el piso de arriba, la campanilla del microondas, el tic-tac del reloj. Antes del final, ya no dormía, ni comía, ni pensaba. Me pudo el sufrimiento, caí rendido. Abrí la ventana y me lancé. Vivía en el piso trece, Plaza Honduras.

11) Ambos con el rostro desencajado; mirándonos sin decir, víctimas de aquel viejo movimiento; yo arriba y tu detrás. Nuestros lamentos-aullidos aumentaron mientras nos desencajábamos más y más; de repente un sudor frío y explotó mi pene, perdimos las piernas y los brazos y nos desmontamos. Aparecieron los restos dos días después.

12) Una sirena de la policía, o quizás era el ruido perverso que en ocasiones usa el viento. Llamé tres veces golpeando fuerte en la puerta, casi me rompí los nudillos. Me abriste y entré temblando. Abrí la bolsa que llevaba y dejé caer aquel enorme montón de billetes; al fin juntos, dejé escapar entre mis labios. Tu, sonreíste y me apuntaste con la pistola: -lo siento nene, la vida es así.- Disparaste otras tres mil veces.

Nacho Huertas

No hay comentarios:

Publicar un comentario