6.7.10

Las curvas


¡Por dios que curvas! Me gustaría perder mis manos en suave deslizo sin comisuras. Me gustaría revolotear como mariposas en las cercanías de tu ombligo. ¡También rozar mis labios con los tuyos! Eso también, claro está. ¡Pero que curvas! Perderse en ellas debe ser caer en la locura de parar el tiempo. Sabor caramelo, café y leche, lamer esos senos. Cerrar los ojos y sentir sólo calor...

NACHO HUERTAS


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